Piensa por un minuto en tus días escolares. ¿Recuerdas el cúmulo de actividades con las que te guiaban tus profesores? ¿Recuerdas la cantidad de hechos, fechas y nombres importantes que debías memorizar? ¿Recuerdas lo mucho que se concentraban en lograr que la clase obedeciera, se comportara correctamente, guardara silencio y siguiera las instrucciones al pie de la letra?
Para la mayoría de nosotros aquí en América Latina, así fue como aprendimos durante nuestra infancia y adolescencia.
Pero… ¿notas lo que falta?
A menos que tuvieras mucha suerte, no recibirías lecciones sobre cómo analizar una situación para descubrir las razones subyacentes a lo que estaba sucediendo.
Nadie te explicó los principios de la resolución de problemas, de modo que pudieras aplicarlos a cualquier situación que pudiera surgir en tu futuro laboral o personal.
No hubo clases sobre cómo razonar entre varias opciones y utilizar la información disponible para llegar a la mejor decisión posible.
Como tal vez puedes notar, de lo que estamos hablando aquí es del pensamiento crítico, definido como un conjunto de técnicas para tomar el control de tus procesos mentales y así comprender y responder mejor a la realidad que te rodea.
La triste verdad es que la mayoría de la personas nunca aprende a pensar críticamente. Aún más triste es que la mayoría de ellos ni siquiera saben de lo que se están perdiendo.
Pero también hay buenas noticias: si eres uno de los pocos que está dispuesto a esforzarse, puedes aprender las técnicas del pensamiento crítico. Y una vez que lo hagas, el impacto en tu carrera profesional y en tu vida personal, será invaluable.
Seis elementos esenciales del pensamiento crítico
“Pensar con claridad” no es una definición muy práctica por sí sola. Pero una vez que analicemos las diversas características del pensamiento crítico, será obvio por qué esto cambia las reglas del juego.
En general, existen quince aspectos del pensamiento crítico: análisis, interpretación, inferencia, evaluación, explicación, autorregulación, resolución de problemas, toma de decisiones, razonamiento, reflexión, síntesis, juicio, argumentación, alfabetización informacional y creatividad.
Pero como se trata de una entrada de blog, no de un libro, vamos a limitar estratégicamente nuestro alcance.
Ten en cuenta que Kressca está dedicada al desarrollo profesional para los latinoamericanos que desean alcanzar su máximo potencial, trabajar de manera más inteligente e incluso independizarse o trabajar para empresas en los Estados Unidos o Europa. Así que nos centraremos en los aspectos del pensamiento crítico que son más relevantes para esa misión.
1. Evaluación
Evaluar críticamente significa examinar la información que es relevante para una situación. Implica criticar la validez de las fuentes de información, diferenciar entre hechos y opiniones y evaluar si los argumentos son lógicamente consistentes.
Ejemplos de evaluación
- Elegir las fuentes de datos de mayor reputación para un informe.
- Escuchar ambos lados de un argumento para ver cuál perspectiva está más estrechamente alineada con los hechos.
- Comparar las recomendaciones de un experto para ver si se contradicen.
2. Análisis
El pensamiento analítico implica descomponer la información en sus partes y considerarlas desde varios ángulos. El objetivo es comprender las relaciones y los principios subyacentes que influyen en la situación.
Ejemplos de análisis
- Solución de problemas técnicos para diagnosticar la causa exacta de un problema.
- Evaluar la eficacia de una campaña de marketing utilizando indicadores clave de rendimiento (KPI por las palabras en inglés Key Performance Indicator).
- Revisar propuestas de proveedores para determinar cuál se adapta mejor a las necesidades de la empresa o del proyecto.
3. Resolución de problemas
Todos solucionamos problemas a diario, ¿verdad? Pero aquí estamos hablando de una forma sistemática de definir un problema y pensar en sus posibilidades. Utiliza las habilidades de evaluación y análisis para identificar el mejor camino a seguir.
Ejemplos de resolución de problemas
- Resolver quejas de los clientes, identificando y solucionando las causas fundamentales.
- Eliminar un cuello de botella que está provocando retrasos en tu trabajo.
- Programar reuniones periódicas de equipo para reducir las faltas de comunicación entre compañeros de trabajo.
4. Toma de decisiones
En este sentido, tomar decisiones no es simplemente tomar cualquier decisión por más buena que parezca. Significa utilizar las otras habilidades que hemos mencionado para elegir la mejor decisión posible para una situación específica, basándose en evidencia objetiva. También implica comprender qué tan seguro deberías sentirte acerca de la decisión y cuánto riesgo implica.
Ejemplos de toma de decisiones
- Elegir software que tenga la combinación adecuada de funciones para tu forma de trabajar.
- Decidir qué parte del presupuesto del próximo año debería recibir cada proyecto.
- Elegir al mejor candidato para el puesto que intenta desempeñar.
5. Reflexión
La reflexión es parte de la metacognición, que puede percibirse como: pensar en tu pensamiento. Cuando reflexionas, estás mirando hacia atrás, cómo evaluaste y analizaste, cómo resolviste un problema y si tu decisión final fue la mejor. Esto te brinda la oportunidad de aprender de la experiencia y buscar formas de mejorar.
Ejemplos de reflexión
- Documentar al final de un proyecto para ver qué salió bien y qué no.
- Verificar la decisión que estás a punto de tomar, solo para asegurarte de haber considerado todos los factores relevantes.
- Analizar los resultados del lanzamiento de un producto para ver cómo hacer que el siguiente sea más efectivo.
6. Autorregulación
Autorregularte significa estar atento a tus propios procesos de pensamiento para no descarrilarte. Los humanos somos muy buenos inventando cosas que suenan bien pero que en realidad no son ciertas. A medida que utilizas tus habilidades de pensamiento crítico, es muy importante seguir monitoreando tus pensamientos para asegurarte de no engañarte a tí mismo inconscientemente.
Ejemplos de autorregulación
- Buscar evidencia que vaya en contra de tus expectativas para asegurarte de no ser víctima del sesgo de confirmación.
- Notar cuándo tienes emociones fuertes y cómo influyen en tus opiniones.
- Mantenerte concentrado el tiempo suficiente para asegurarte de haber recopilado todos los datos necesarios para tomar una decisión.
Como puedes ver, estas seis habilidades se superponen y se apoyan entre sí. Por lo tanto, mejorar en un área te ayudará a trabajar también en las demás.
¿Puedes ver por qué el pensamiento crítico es poco común en América Latina? La educación y la formación que recibimos cuando éramos niños realmente no nos dió muchas oportunidades de practicar estas habilidades y convertirlas en una parte natural de nuestra forma de operar en el mundo.
Y, sin embargo, así funciona el mundo empresarial. Si deseas calificar para un buen trabajo, independizarte o abrir tu propio negocio, debes dominar cada una de estas habilidades.
¿Qué es lo opuesto al pensamiento crítico?
Todos piensan que piensan. Y, nadie sabe lo que no sabe. Es más, la mayoría de la gente está convencida de que piensa bastante bien. (De hecho, este fenómeno tiene un nombre en el mundo científico: el efecto Dunning-Kruger, llamado así por los investigadores que escribieron el artículo definitivo que demuestra que las personas en todas partes tienden a sobreestimar sus habilidades).
Pero como ya mencionamos anteriormente, la mayoría de la gente no sabe pensar de manera sistemática y crítica.
Entonces, ¿qué es lo que realmente gobierna tus pensamientos?
Hay bastantes posibilidades:
- Emociones, buenas o malas, de las que quizás ni siquiera seas consciente.
- Impulsos que te hacen querer actuar sin preocuparte por las consecuencias.
- Sesgos cognitivos, suposiciones e ideas preconcebidas.
- Estereotipos.
- Presión de grupo.
- Normas sociales y culturales.
- Deferencia a la autoridad.
- Hábito y rutina.
- Sentimientos viscerales e intuiciones.
- El deseo de gratificación inmediata.
- Experiencias pasadas, que resultan en respuesta de trauma por lo cual asumes que la situación actual es idéntica.
Todas estas son fuerzas poderosas, y todos las usamos a veces para guiarnos. Ello no es algo por lo que debas sentirte mal. El objetivo del pensamiento crítico es confiar más en la lógica objetiva que en estas cosas subjetivas.
Eso no quiere decir que tus emociones nunca deban influir en una decisión. ¡Por supuesto que deberían hacerlo! Pero queremos evitar encontrarnos con problemas en los que las afectaciones de esta lista nos impidan pensar con claridad.
Al practicar habilidades de pensamiento crítico, crearás algunos hábitos nuevos. Más allá de eso, comenzarás a cambiar la anatomía e incluso la fisiología de tu cerebro. A medida que se crean nuevas vías y conexiones neuronales, lo que podría parecer difícil al principio eventualmente se convertirá en una segunda naturaleza. Sólo necesitas esforzarte.
“¿Es demasiado tarde para aprender?”
Bueno, ¿estás muerto? Si no, no es demasiado tarde.
Nuestros cerebros están diseñados para el aprendizaje permanente. Cuando encontramos nueva información y probamos cosas nuevas, se crea un cambio físico a nivel anatómico en nuestro cerebro. No sólo en las sustancias químicas del cerebro que afectan muchos de nuestros procesos cognitivos, sino también ¡en la estructura del cerebro mismo!
Cuanto más practicas algo, más fuertes se vuelven esas conexiones en tu cerebro. Y esto es cierto para todos: no importa cuán joven o viejo seas, no importa cuán inteligente seas, no importa lo que hagas con tu vida.
Dependiendo de tus circunstancias, algunas de estas habilidades pueden resultarte más fáciles o más difíciles. Depende de ti decidir si quieres acoger el desafío. Sólo recuerda que el esfuerzo constante y de largo plazo es mucho más importante que las habilidades innatas.
Tómate tu tiempo. No te castigues. Sigue intentándolo y amplía tus habilidades poco a poco.
Si realmente quieres aprender a pensar críticamente, puedes hacerlo.
Conclusión
Desarrollar tus habilidades de pensamiento crítico es una de las mejores y más poderosas formas con las que puedes tomar el control de tu propia vida.
El análisis, la resolución de problemas y la toma de decisiones son habilidades vitales que los empleadores y los clientes valoran increíblemente. No sólo en América Latina, sino también en los Estados Unidos, Europa y otras regiones del mundo.
Como todas las habilidades blandas, aprender a pensar críticamente se siente como aprender otro idioma. Aunque al principio parezca un poco torpe, con el tiempo se convertirá en una forma de vida natural. Y las oportunidades que desbloqueas al saber pensar de manera objetiva y sistemática, te sorprenderán.
Seguiremos analizando este tema en el blog y también en nuestro libro que se publicará próximamente. En él, analizaremos más de cerca diferentes aspectos del pensamiento crítico y ofreceremos orientación y recomendaciones de expertos sobre cómo trabajar en estas habilidades.
¡Nos vemos pronto!