Por qué es importante la pirámide de habilidades blandas: 5 fábulas anecdóticas

¿Te has preguntado por dónde empezar con las habilidades blandas?

Si alguna vez has oído sobre las habilidades blandas, sabrás que hoy en día son esenciales para tener una buena carrera. 

Al eliminar la mayoría de las tareas manuales y rutinarias que solían mantener ocupada a la mayoría de los trabajadores, en las últimas décadas la automatización ha cambiado el panorama laboral. En el siglo XXI, si quieres tener una carrera profesional gratificante, es necesario poder pensar con claridad, expresarte bien y colaborar con los demás. Y eso se suma a las habilidades técnicas que requiera tu trabajo.

La investigación respalda esto. En 2017, un estudio de la consultoría global Deloitte demostró que para 2030, dos tercios de todos los empleos requerirán un alto nivel de habilidades blandas. Así las cosas, si no desarrollas tus habilidades blandas, estarás limitando drásticamente tus perspectivas laborales y esto no es bueno para alguien que tiene ambiciosos objetivos profesionales.

La buena noticia es que cualquiera puede desarrollar sus habilidades blandas. Tan solo es necesario prestar atención y esforzarse lo necesario.

Aún así, todavía tenemos una pregunta candente: ¿por dónde deberíamos empezar?

La pirámide de habilidades blandas de Kressca

En nuestro artículo sobre cómo las habilidades blandas pueden potenciar tu carrera, presentamos un nuevo paradigma para pensar en las habilidades blandas. La llamamos Pirámide de Habilidades Blandas porque cada una de las capas inferiores, crea una base sólida sobre la que se basará la siguiente capa. 

De los cientos de habilidades blandas que existen, elegimos cinco áreas en las que cualquiera que quiera mejorar, debería centrarse:

Estas cinco áreas son cruciales para desarrollarse profesionalmente a cualquier nivel en el lugar de trabajo o tener una gran demanda entre los empleadores. En este punto es importante aclarar que, personas con estas habilidades son escasas, especialmente en América Latina. Todo eso en conjunto significa que, si llegas a dominar estas habilidades, podrás destacarte entre la multitud, brillar ante empleadores y clientes y construir la carrera que siempre has deseado.

La Pirámide de Habilidades Blandas nos dice que debemos comenzar por desarrollar una mentalidad de crecimiento. Creemos firmemente que sin una mentalidad de crecimiento, te resultará mucho más difícil cultivar tus habilidades de pensamiento crítico. En este orden de ideas, si no puedes pensar críticamente, tendrás dificultades para aumentar tu inteligencia emocional. Si tu inteligencia emocional es baja, te resultará bastante difícil comunicarte eficazmente con los demás. Y sin eso, es imposible aportar un buen trabajo en equipo.

Para que te quede más claro, te mostraremos lo que queremos decir, comenzando en la cima de la pirámide y avanzando hacia abajo. Las cinco historias que siguen ilustran lo que puede suceder cuando no se sientan las bases adecuadas para utilizar las habilidades blandas en tu carrera.

Trabajo en equipo: el colaborador solitario

Lucía se enorgullece de trabajar en equipo. Siempre se ofrece como voluntaria para proyectos grupales porque cree que el trabajo en equipo es la clave del éxito. Pero una vez que se une a un equipo, rara vez comunica sus ideas con claridad y no escucha a sus compañeros. En las reuniones, asiente con la cabeza, pero generalmente, se guarda sus pensamientos para sí misma, asumiendo que todos ya entienden su enfoque. 

A medida que se acerca la fecha límite del próximo proyecto de su equipo, reina el caos. Diferentes partes del trabajo chocan, nada se alínea y en el equipo de trabajo,todos están frustrados. Lucía culpa al grupo, pero todos conocen el verdadero problema: trabajaron de forma aislada en lugar de colaborar verdaderamente de manera proactiva.

¿Qué está pasando aquí?

Lucía valora el trabajo en equipo a nivel intelectual, pero no se da cuenta de que la comunicación es lo que hace que el trabajo en equipo sea efectivo. Sin expresar sus ideas ni escuchar a los demás, resulta creando confusión y un esfuerzo de equipo fracturado.

¿Qué falta?

Se necesitan varias habilidades comunicativas para ayudar a Lucía a prosperar en un equipo:

    • Comunicación clara verbal y escrita.
    • Escucha activa.
    • Dar y recibir comentarios constructivos.

Habilidades de comunicación: el hablador fluido

Paolo es conocido por sus excelentes habilidades comunicativas. Puede hablar de manera persuasiva y encantar a los clientes con facilidad. Su don de la palabra le ayuda a distinguirse en los buenos momentos. Pero cuando las cosas se ponen difíciles, su mensaje se ve socavado por lo despistado que es con las emociones.

En una tensa reunión de equipo, Paolo hace una sugerencia lógica sin darse cuenta de que su colega Sara está visiblemente molesta. Las palabras de Paolo están bien dichas, pero parecen despreciar sus emociones. Ella sale de la reunión sintiéndose ignorada por lo cual la tensión no hace más que crecer. Pronto, los conflictos aumentan y Paolo no puede entender por qué sus habituales y conocidas amables palabras no fueron suficientes para resolver el problema.

¿Qué está pasando aquí?

Paolo tiene habilidad para comunicarse, pero le falta la capacidad de observar a los demás y gestionar sus relaciones con ellos. No logra leer las señales emocionales ni empatizar con sus colegas, lo que impide que su mensaje resuene a un nivel más profundo.

¿Qué falta?

Para que Paolo se comunique bien con sus compañeros, necesita aprender:

    • Conciencia emocional.
    • Empatía.
    • Sensibilidad a los sentimientos de los demás.

Inteligencia emocional: una decisión “compasiva”

Isabela tiene fama de ser genial con la gente. Es amable y digna de confianza, y siempre está dispuesta a apoyar a sus colegas. Su compañero de trabajo, Carlos, enfrenta un desafío en su vida personal que le dificulta mantenerse al día con su carga de trabajo normal. Entonces Isabela lo defiende compasivamente ante el líder de su equipo. 

Desafortunadamente, no piensa claramente en cómo la redistribución del trabajo de Carlos podría afectar al resto del equipo. Su sugerencia impone demasiado trabajo a todos los demás, lo que los lleva a sentirse sobrecargados y resentidos. Lo que comenzó como compasión rápidamente se convierte en una fuente de frustración e ineficiencia en todo el equipo.

¿Qué está pasando aquí?

La empatía de Isabela la lleva a tomar decisiones basadas en factores emocionales, sin considerar el impacto más amplio. Sin aplicar el pensamiento crítico, pierde la oportunidad de equilibrar la justicia con la practicidad.

¿Qué falta?

Isabela podría haber evitado este problema mediante:

    • Pensamiento estratégico.
    • Análisis objetivo.
    • Consideración de las consecuencias.
    • Equilibrar las respuestas emocionales y lógicas.

Pensamiento crítico: la trampa del escéptico

Alejandro siempre ha sido un pensador agudo, analizando cada problema con precisión y perspicacia. Su capacidad para resolver problemas complejos y tomar decisiones le ha valido la reputación de gran estratega. Pero tiene un problema más profundo: cree que su talento es innato, no aprendido. Cuando le ofrecen un nuevo proyecto que ampliaría sus habilidades, Alejandro lo descarta al considerarlo imposible. “No sería bueno en esto”, le dice a su jefe. 

En lugar de ver la oportunidad como un desafío para crecer, por miedo al fracaso la evita por completo. A medida que pasa el tiempo, elige una y otra vez permanecer en su zona de confort, perdiendo oportunidades de desarrollo profesional y sintiéndose cada vez más estancado.

¿Qué está pasando aquí?

Alejandro destaca por su pensamiento crítico, pero carece de una mentalidad de crecimiento. Cree que sus habilidades son las que son y esa creencia le impide asumir nuevos retos y crecer profesionalmente.

¿Qué falta?

Para que Alejandro siga ampliando sus impresionantes habilidades, necesita trabajar en:

    • Humildad consigo mismo y la voluntad de aprender del fracaso.
    • Mantenerse abierto a nuevas experiencias.
    • Abrazar la creencia de que las habilidades pueden crecer a través del esfuerzo.

Mentalidad de crecimiento: el alumno demasiado confiado

Camila adopta de todo corazón la mentalidad de crecimiento. Ella cree que con suficiente esfuerzo puede dominar cualquier habilidad. Al mismo tiempo, carece de certeza respecto a sus habilidades actuales. Aprovecha cada nueva oportunidad sin reflexionar sobre lo bien equipada que está para afrontarla. Cuando se le presenta una nueva tarea desafiante, la acepta con confianza, sólo para sentirse abrumada más tarde. 

Camila ignora las primeras señales que muestran que está luchando y, en cambio, sigue avanzando a ciegas. Al final, su trabajo se queda corto y sus colegas tienen que recoger los pedazos.

¿Qué está pasando aquí?

Camila abraza la idea del crecimiento constante pero carece de conciencia para reconocer sus limitaciones actuales. Sin comprender dónde necesita mejorar, su mentalidad de crecimiento la lleva a situaciones para las que no está preparada.

¿Qué falta?

Si Camila quiere aprovechar las oportunidades de crecer profesionalmente, necesitará dominar:

    • Autoevaluación honesta.
    • Reconocimiento de fortalezas y debilidades.
    • Reflexión antes de acción.

La moraleja de las historias

Aunque el trabajo en equipo es el objetivo final de todas estas habilidades blandas, intentar empezar allí es un plan tan bueno como construir una casa desde el tejado hacia abajo. Técnicamente podrías hacerlo, pero no tiene sentido desgastarse si hay una manera mucho mejor.

Primero lo primero

La autoconciencia es la base para el desarrollo de cualquier habilidad blanda. Es lo que te permite comprender tus emociones, fortalezas, debilidades y cómo tus comportamientos afectan a los demás. 

Sin autoconciencia, es muy difícil ver dónde necesitas mejorar, por lo que terminas teniendo demasiada confianza en algunas áreas en tanto que resultas demasiado inhibido en otras. Esa no es una buena situación para alguien que quiere alcanzar su potencial e impulsar su carrera.

Ya sea que te esfuerces por ser más estratégico, más empático, mejor comunicador o más colaborativo, comprender tus propios pensamientos, emociones y comportamiento en general, es el primer paso para lograr mejoras significativas.

El mejor lugar para empezar a desarrollar tu propia conciencia de sí mismo es simplemente practicar la observación de tus pensamientos y emociones. No después del hecho, sino en el momento, mientras suceden. 

Esta idea incomoda a muchas personas porque les preocupa que no les guste lo que ven. Pero bueno, si ya está ahí, ¿qué duele realmente enfrentarlo de frente? Al menos entonces tendrás opciones sobre qué hacer con lo que encuentres. 

La verdad es que si quieres crecer, tienes que conocerte mejor a ti mismo.

Conclusión

Al abordar estratégicamente el entrenamiento de habilidades blandas y utilizar una progresión lógica, podrás aprender más, más rápido y con menos frustración. Esta filosofía de trabajo es la base de Kressca. Estamos trabajando arduamente para crear recursos que te guiarán a través de la Pirámide de Habilidades Blandas paso a paso, ¡así que mantente atento a nuestros próximos artículos, herramientas y cursos!

por Milthon Gómez & Alicia Hall

Milthon Gómez y Alicia Hall son los cofundadores de Kressca. Juntos, suman más de 40 años de experiencia en el mundo empresarial y la consultoría en Estados Unidos y América Latina. Como parte de su proceso de aprendizaje permanente y la búsqueda de legado, ayudan a otros a tomar el control de sus carreras y de sus vidas. Les encantan los acertijos, la estrategia, la lectura, las películas de kung-fu y explorar el mundo.

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