Serie: Escucha Activa
Esta publicación es la segunda en una serie sobre cómo fortalecer tu carrera profesional con la escucha activa. En el primer post, hablamos de:
- Los cuatro niveles de escucha
- ¿Qué es la escucha activa?
- ¿Cómo podemos hacer que la escucha activa funcione para nosotros en América Latina?
- ¿Cómo ayuda a tu carrera?
Los negocios en los Estados Unidos avanzan rápidamente.
La receta del éxito es una buena comunicación que hace que todo funcione sin problemas.
La mala comunicación cuesta mucho dinero a las empresas. En cifras reales: miles de millones de dólares estadounidenses al año.
¿Qué importancia tiene la escucha activa en Estados Unidos?
“Escuchar bien es esencial para el éxito en el lugar de trabajo” escribe Daniel Goleman, el psicólogo pionero en el concepto de Inteligencia Emocional. “Las habilidades para escuchar (hacer preguntas astutas, tener una mente abierta y comprender, no interrumpir, buscar sugerencias) representan alrededor de un tercio de las evaluaciones que se realizan para saber si una persona clave para un cargo laboral, es un comunicador eficaz”.
Cuanto mejores sean las habilidades para escuchar, más significativo y frecuente será el éxito que tendrá el equipo. Las empresas en Estados Unidos no podrían funcionar si los colegas no se escucharan entre sí y a sus líderes.
Todos estamos familiarizados con los estereotipos sobre los estadounidenses ruidosos, descarados y demasiado confiados que aman el sonido de su propia voz. Pero la realidad es que la escucha activa también se relaciona con algunos aspectos muy profundos de la cultura, los valores y las creencias estadounidenses.
Seis valores culturales detrás de la escucha activa (receta estadounidense)
Saber por qué los estadounidenses se comunican como lo hacen también será de gran ayuda. Estos son algunos de los principales valores y creencias que dan forma a los estilos de comunicación en el lugar de trabajo de Estados Unidos:
1. Enfoque en la eficiencia y los resultados
En la cultura estadounidense, “El tiempo es oro” y como tal se considera un recurso limitado por lo cual existe bastante presión tanto sobre los líderes como sobre sus colaboradores para que lo utilicen sabiamente. Debido a esto, generalmente se espera que la comunicación sea clara, directa y enfocada en obtener buenos resultados.
Como parte esencial de todo el proceso, la escucha activa es crucial porque ayuda a garantizar que las conversaciones sean productivas y que no se pierdan detalles importantes en las instancias de transferencia de información.
Los mejores consejos para escuchar activamente
Limita las interrupciones: espera hasta que el hablante haya terminado antes de responder. En la cultura de los Estados Unidos, interrumpir a alguien que está hablando, puede considerarse una falta de respeto, llegando incluso a resultar contraproducente, especialmente en entornos profesionales.
Haz un resumen: al final de una discusión o de la exposición de una información, resume brevemente los puntos principales que te fueron presentados. De esta forma demostrarás que has entendido y que estás listo para pasar a la acción. Por ejemplo, puedes decir: “Entonces, para confirmar, necesita que X esté hecho antes de la fecha Y, ¿correcto?”.
Sé conciso al responder: en una cultura centrada en los resultados, las explicaciones innecesariamente largas pueden ser percibidas como fuera de lugar. Cuando escuches, concéntrate en los puntos clave de lo que se dice, responde con claridad. Sé breve y explícito.
2. Valor de las contribuciones individuales
El individualismo es una creencia fundamental en Estados Unidos. La idea de que cada persona tiene el potencial de forjar su propio destino y que el trabajo duro será recompensado es un arquetipo cultural muy arraigado en esta nación. Y los lugares de trabajo reflejan esto. Por lo general, se anima a los empleados a compartir sus perspectivas únicas. Se valora la creatividad y la innovación.
La escucha activa es una forma de demostrar que se respeta y valora la contribución de cada persona, lo que ayuda a mantener un sentido de propiedad y reconocimiento individual.
Los mejores consejos para escuchar activamente
Reconoce las ideas del orador: utiliza frases como “Ya veo”, “Ese es un gran punto” o “No lo había pensado de esa manera” para demostrar que respetas la contribución de la otra persona.
Pide aclaraciones cuando sea necesario: en las culturas individualistas, las personas aprecian que se comprendan plenamente sus ideas. En este tipo de situaciones, haz preguntas para aclarar cualquier punto, de esta manera estarás indicando que estás comprometido y valoras sus comentarios.
Evita apresurarte a sacar conclusiones: incluso si crees que comprendes el punto, tómate el tiempo para terminar de escuchar las palabras del orador. Esto demuestra que estás considerando genuinamente su perspectiva y no simplemente esperando tu turno para hablar.
3. Profesionalismo y control emocional
Las películas y programas de televisión de Hollywood presentan como estereotipo, el lugar de trabajo lleno de fanfarrones, arrogantes y petulantes, que como todos unos “rockstars” actúan como idiotas exaltados. Nada más lejos de la realidad: en la vida laboral en los Estados Unidos, casi todo el mundo odia trabajar con aquellos que dejan que sus sentimientos salpiquen por todos lados.
Por el contrario, existe una fuerte expectativa cultural de mantener el control emocional en el lugar de trabajo. Si bien se valoran la pasión y el entusiasmo, las conversaciones (especialmente las difíciles) a menudo se abordan con profesionalismo y moderación.
La escucha activa implica mantener la calma, la mesura y el respeto, incluso en situaciones cargadas de emociones.
Los mejores consejos para escuchar activamente
Gestiona las respuestas emocionales.: si bien en América Latina es común mostrar emoción en las conversaciones, en Estados Unidos es importante mantener la calma y la compostura. Durante las discusiones intensas, intenta hacer una pausa de unos segundos y respirar profundamente antes de responder.
Céntrate en los hechos: al responder, resalta los hechos o argumentos clave presentados por el hablante en lugar de reaccionar emocionalmente. Esto mantiene la conversación enfocada y profesional.
Utiliza la escucha reflexiva: refleja las declaraciones de aquel que está en uso de la palabra para demostrar que comprendes sus emociones. Durante el proceso no dejes que las tuyas te dominen. Por ejemplo, puedes decir algo como: “Entiendo que estés frustrado por la fecha límite y estoy de acuerdo en que necesitamos una solución”.
4. Transparencia y retroalimentación
En los Estados Unidos los negocios generalmente se centran más en su razón de ser que en las personas involucradas. Lo normal es que las personas mantengan límites estrictos entre su trabajo y su vida personal. A menudo los colegas en lugar de entablar amistades entre ellos, crean vínculos a través de los detalles asociados a su quehacer particular. Con esto lo que se persigue es que las personas no se tomen lo que sucede en el trabajo como algo personal.
Por esto y por la necesidad de eficiencia, la transparencia y la retroalimentación abierta son a menudo herramientas importantes para mejorar el desempeño y la productividad. La escucha activa juega un papel clave para garantizar que realmente comprendes la retroalimentación que recibes, la procesas y actúas en consecuencia.
Los mejores consejos para escuchar activamente
Sé receptivo a los comentarios: al recibir comentarios, mantente abierto y evita ponerte a la defensiva. Trátalo como una oportunidad para crecer. Intenta responder con curiosidad: “¿Cómo puedo mejorar la próxima vez?”
Brinda retroalimentación de manera constructiva: cuando necesites dar retroalimentación a otros, céntrate en detalles y soluciones. En lugar de críticas vagas, utiliza expresiones tales como: “Me di cuenta de que X situación podría mejorarse haciendo Y cosa”.
Demuestra compromiso: cuando recibas comentarios, asiente, haz contacto visual y proporciona afirmaciones verbales (“Entiendo”, “Eso tiene sentido”). De esta manera estarás demostrando que estás escuchando activamente y te mantienes dispuesto a aprender.
5. Respeto por el tiempo y los límites
Como mencionamos anteriormente, el tiempo es percibido y se trata como un bien valioso en los Estados Unidos. Respetar el tiempo de los demás, escuchando atentamente y no desperdiciarlo con errores de comunicación, es una señal de profesionalismo. La comunicación eficiente es muy valorada y la escucha activa ayuda a garantizar que las reuniones y debates se centren en la tarea y logren lo que hay que hacer.
Los mejores consejos para escuchar activamente
Mantente en el tema: sigue rigurosamente el hilo de las conversaciones, conservando la agenda y los objetivos clave. Evita digresiones que puedan restarle tiempo al punto principal. Entre colegas amigables, puede haber algunos minutos de charla al principio o al final de una reunión, pero lee la sala y prepárate para volver a la tarea cuando el ambiente vuelva al modo de negocio.
Utiliza resúmenes concisos: al final de las reuniones, demuestra que estabas escuchando y confirma que comprendes lo que se dijo brindando un breve resumen de los siguientes pasos. Por ejemplo, “Para concluir, yo me encargaré de la tarea X y tú harás un seguimiento de Y”.
Gestiona tu tiempo de forma eficaz: llega a tiempo o incluso unos minutos antes. Demuestra que respetas el tiempo de los demás estando completamente presente durante las conversaciones o reuniones programadas. No te distraigas revisando tu teléfono o realizando múltiples tareas.
6. Innovación y resolución de problemas
“Elegimos ir a la Luna en esta década y hacer otras cosas, no porque sea fácil, sino porque es difícil”. Esas palabras, pronunciadas por el presidente John F. Kennedy en 1962, resumen bastante bien el espíritu estadounidense de aceptar los desafíos y avanzar constantemente para crear nuestro propio destino.
Vemos la evidencia de esta creencia central en el lugar de trabajo de Estados Unidos, donde hay un fuerte énfasis en la innovación y la resolución de problemas, donde las nuevas ideas son bienvenidas y donde la colaboración es clave para encontrar soluciones.
La escucha activa apoya esta cultura al garantizar que se escuchen las diferentes perspectivas, lo que deja espacio tanto para la creatividad como para la innovación.
Los mejores consejos para escuchar activamente
Fomenta la lluvia de ideas: examina realmente las ideas que se presentan durante las sesiones de resolución de problemas. Para animar al grupo a explorar más a fondo, responde con preguntas abiertas como: “¿Qué pasaría si intentáramos esto…?”.
No seas desdeñoso: incluso si una idea no parece realista, trata de desarrollarla en lugar de cerrarla. Por ejemplo, “Ahora comprendo cuál es tu objetivo. ¿Cómo podríamos abordar el desafío X si fuéramos en esa dirección?”
Mantente abierto a opiniones diversas: para recopilar más ideas y perspectivas, haz todo lo posible para pedir a otros sus opiniones. Esto demuestra que tienes una mente abierta y apoyas la resolución colaborativa de problemas del grupo.
Aprender a cambiar de código
Si deseas trabajar con una empresa estadounidense pero lo que describimos aquí te parece realmente incómodo, está bien. Lo entendemos. No estamos tratando de presionarte para que cambies tu forma natural de comunicarte.
Pero diremos que si deseas acceder a las oportunidades que ofrecen las empresas estadounidenses, no solo a nivel laboral sino industrial, necesitarás aprender a comunicarte de la manera que ellos esperan. Piensa en ello como una segunda lengua, pero en términos culturales.
Aquí es donde entra en juego la idea del “cambio de código” que en pocas palabras, significa que alternas entre diferentes lenguajes o estilos de comunicación según el contexto en el que te encuentras. Lo cual es una buena manera de satisfacer las demandas de tu trabajo sin sentirte como si estuvieras renunciando a tu identidad.
Es absolutamente posible aprender este segundo estilo de comunicación y sentirte cómodo con él con el tiempo. Si estás decidido, motivado y te esfuerzas, podrás dominar exitosamente el estilo estadounidense de escucha activa.
Lo que sigue en esta serie
Mantente atento a nuestra publicación final de esta serie, donde expondremos qué hábitos puedes practicar para desarrollar tus propias habilidades de escucha activa.
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