¿En qué tipo de equipo estás?

Pollo… cebolla… plátano… pimiento verde y…
¡¿Dónde está el arroz?!

Es noche de sobras y todos se mueren de hambre. Es hora de un buen salteado. Has sacado todo de la nevera y ya tienes todo listo para picar. Es entonces cuando llega el desastre: en el último momento te das cuenta de que lo que creías que era un recipiente con restos de arroz, en realidad es pasta. 

Bueno, de ninguna manera le pones plátano a la pasta. 

Piensas rápido. Si cambias el plátano por un poco de tomate y orégano, podrías terminar con un buen plato italiano (más o menos). No es lo que imaginaste originalmente, pero funciona. ¡Se ha salvado la cena!

Recetas como esta son una metáfora bastante buena de lo que es ser parte de un equipo de trabajo. Cada integrante aporta su propio sabor, sus propias fortalezas y debilidades. Algunas combinaciones llegan a ser mayores que la suma de sus partes, mientras que otras simplemente no se mezclan bien. A veces es necesario aumentar o disminuir un ingrediente para mantener la dinámica general correcta. El equilibrio es clave.

En algún momento de tu carrera, te agregarán a un equipo. Tal vez seas un contador que acaba de incorporarse al departamento de finanzas de tu nuevo empleador. Quizás seas un diseñador independiente que se une a otros trabajadores independientes para lanzar una nueva aplicación móvil para su cliente. Tal vez te hayan pedido que trabajes en un proyecto especial a corto plazo en tu trabajo. O tal vez seas un emprendedor que está trabajando con socios comerciales para abrir una tienda en línea.

En el siglo XXI, es casi imposible pasar toda tu carrera sin formar parte de un equipo. Y esto representa un desafío, porque cada equipo es diferente. Por lo tanto, necesitas saber cómo realizar tu trabajo y al mismo tiempo adaptarte a quienes te rodean.

El trabajo en equipo tiene una gran demanda

El trabajo en equipo es una de las soft skills más importantes. La razón de ello es que tiene un impacto directo, tangible y mensurable en la calidad de tu trabajo, en tu productividad, en el grado de satisfacción del cliente y en si la empresa puede ser lo suficientemente rentable como para mantenerse en el negocio. Esto, a su vez, hace que empleadores y clientes estén extremadamente interesados en presonas que sepan trabajar bien en equipo. 

Parte de ser un socio de primer nivel es comprender la dinámica del equipo específico en el que estás. Como es natural, existen similitudes en una industria o dentro de una empresa. Sin embargo, cuanto más rápido puedas detectar y comprender las idiosincrasias de tu equipo actual, más podrás contribuir. La conclusión de esta dinámica será tu capacidad de poder ofrecer un trabajo de la más alta calidad, lo cual es la mejor manera de hacerte notar en oportunidades de liderazgo o en ascensos.

Si quieres ser un excelente compañero de equipo, tu primera prioridad debe ser conocer la estructura, dinámica, fortalezas y debilidades de tu equipo.

8 preguntas para comprender a tu equipo

Es posible pasar meses (o incluso años) observando a tu equipo para conocerlos. Sin embargo pensamos que tal vez no quieras esperar tanto. Quizás quieras encajar mejor desde el principio. 

Si te interesa el tema, aquí tienes ocho preguntas que te ayudarán a evaluar rápidamente el grupo del que estás formando parte y así puedas evitar ponerle plátano a la pasta. 

Al considerar estas preguntas mientras observas al equipo, podrás obtener mucha información sobre cómo funciona el grupo y cuál es la mejor manera de integrarte.

1. ¿De qué tipo de equipo hacer parte?

Un equipo funcional, como un departamento de marketing o finanzas, probablemente tendrá una jerarquía clara en la que cada socio reportará hacia arriba.

Un equipo multifuncional reúne a personas que desempeñan diferentes roles. Es posible que tengan perspectivas y métodos bastante diversos sobre cómo realizar el trabajo. Por lo general, prosperan gracias a la colaboración y el intercambio de conocimientos entre disciplinas.

Un equipo o grupo de trabajo basado en proyectos es un equipo a corto plazo con un objetivo específico. Debido a la naturaleza urgente del trabajo, suelen tener roles muy claros y requieren una excelente gestión del tiempo.

2. ¿Cómo está estructurado el liderazgo?

El liderazgo de arriba hacia abajo es común, con decisiones transmitidas y tareas delegadas a los socios. Estos equipos son menos colaborativos e innovadores, y es probable que las contribuciones de los socios se juzguen en función de su antigüedad.

El liderazgo compartido ofrece un enfoque colaborativo más moderno. Es probable que las responsabilidades se asignen a varios socios. Todos participan en la toma de decisiones y la resolución de problemas, lo que ofrece más oportunidades para avanzar.

El liderazgo transformacional o de servicio a veces se utiliza en contextos donde la innovación, el cambio y el crecimiento de los socios son muy importantes para la organización. La atención se centra en brindar a los socios lo que necesitan para hacer tu mejor trabajo.

3. ¿Qué tan bien establecido está el equipo?

Si te agregan a un equipo existente, es probable que las funciones y responsabilidades ya estén establecidas. Si estás reemplazando a alguien, es posible que sus puntos fuertes sean algo diferentes a los tuyos. 

En este contexto, tendrás que tener cuidado, pues ya conoces el dicho: “entre bomberos no nos pisamos la manguera”. Y aún si fuera necesario, no lo hagas sin una buena razón, y ello puede que requiera un esfuerzo adicional para sentirte realmente parte del grupo.

Los equipos tienden a pasar por etapas predecibles de madurez: se unen, experimentan conflictos, aprenden cómo hacerlo funcionar y lograr resultados, actúan como grupo y finalmente se disuelven. Intenta tener una idea de en qué etapa se encuentra tu equipo.

Si el equipo se formó recientemente, podrían haber más oportunidades de influir en su dinámica y crear una nueva vibra. 

Si quieres tener una mayor influencia en el grupo, conocer tus propias fortalezas de antemano te ayudará a saber dónde y cómo intervenir.

4. ¿Cómo se comunican y colaboran los socios?

Algunos equipos mantienen las cosas en el lado formal, con reuniones programadas, correos electrónicos o informes estructurados. Si este es tu equipo, necesitarás adaptarte a una comunicación estructurada, clara y profesional. Esto suele ir acompañado de una estructura de equipo más jerárquica, donde la colaboración espontánea puede ir contra la corriente.

Otros equipos se comunican de manera más informal y espontánea, a través de chats rápidos, mensajería instantánea o discusiones espontáneas. En este caso, querrás esforzarte por mantenerte flexible, pensar rápido y contribuir sobre la marcha. 

Algunos equipos utilizan plataformas o Apps colaborativas, mientras que otros se centran en reuniones presenciales o virtuales. Presta mucha atención a cómo los socios comparten información y trabajan juntos. Eso te ayudará a determinar cuándo es momento de hablar y cuándo de escuchar.

5. ¿Qué tan grande es el equipo?

Los equipos pequeños de 3 a 5 personas suelen tener relaciones más estrechas y requieren más responsabilidad individual. Probablemente desempeñarás varias funciones y tus contribuciones serán muy visibles para el grupo. La colaboración puede parecer más íntima y necesitarás construir relaciones sólidas con cada integrante del equipo.

Los equipos más grandes, de 10 a 15 personas, probablemente tendrán roles más definidos y operarán en subgrupos. En este tipo de equipo, te concentrarás más en tu función específica, al tiempo que aprendes a navegar las complejidades de las dinámicas de un grupo más amplio. 

Comprender cómo completar tu propio trabajo de manera eficiente y al mismo tiempo contribuir al equipo en general es crucial en equipos grandes.

6. ¿Qué tan diverso es el equipo?

Los equipos pueden ser diversos en términos de habilidades, experiencia, cultura e incluso tipos de personalidad. Gracias a que cuentas con una amplia gama de perspectivas diferentes, esto puede ser excelente para la creatividad y la innovación. No obstante, también puede requerir más esfuerzo salvar esas diferencias.

Si el equipo es diverso, es importante permanecer abierto a diferentes formas de pensar y trabajar. Deberás aceptar que estás aprendiendo de los demás y para asegurarte de que todos estén incluidos, tal vez ello implique ajustar la forma en que presentas las ideas. Pero esta diversidad también puede ser una fortaleza del grupo: la clave es que cuantas más perspectivas tenga, mejor preparado estará el equipo para resolver problemas de manera creativa. 

Un equipo menos diverso podría significar un proceso más ágil en el que sea más fácil para todos estar sincronizados. Sin embargo,  cuando las cosas empiecen a parecer obsoletas o sin inspiración, tendrás que estar preparado para buscar nuevas perspectivas.

7. ¿Qué fortalezas ves?

Los equipos pueden sobresalir en áreas como la creatividad, la experiencia técnica, la comunicación o la eficiencia. Algunos equipos tienen un fuerte sentido de camaradería y confianza, mientras que otros pueden destacarse por su pensamiento estratégico o su capacidad de resolución de problemas.

Busca formas de complementar las fortalezas que ves, es decir, armonizarlas ofreciendo algo estrechamente relacionado que respalde las grandes cosas que ya están sucediendo. Si el equipo es muy creativo, busca formas de complementar o mejorar sus ideas con soluciones prácticas. Si el equipo es sólido en la ejecución, tal vez cambies tu enfoque para garantizar que el trabajo terminado sea de alta calidad.

8. ¿Qué carencias ves?

Los equipos suelen tener pequeñas debilidades en comunicación, organización, toma de decisiones o habilidades específicas. Estas brechas pueden ser obvias, como la falta de experiencia técnica, o más sutiles, como una resolución de conflictos ineficaz o definiciones de funciones poco claras.

Las brechas pueden representar una oportunidad para que tú brilles. Si tienes habilidades que llenan un vacío, puedes convertirte en un recurso valioso para el equipo. Tal vez el equipo tenga dificultades con la comunicación, pero tú eres bueno proporcionando actualizaciones claras y concisas o facilitando debates. Reconocer dónde necesita mejorar el equipo puede ser una excelente manera de encontrar tu propio lugar dentro del grupo.

Cómo utilizar las 8 preguntas

Tal vez seas nuevo en tu equipo o tal vez simplemente los estés mirando con nuevos ojos. Tal vez se haya dado una reestructuración reciente en el liderazgo, u otros miembros se hayan unido y hayan cambiado la dinámica. 

Cualquiera sea la situación, recuerda estos consejos para utilizar el kit de preguntas que comentamos anteriormente:

Tómate tu tiempo. Para obtener respuestas buenas y sólidas a estas preguntas, deberás observar al equipo a lo largo del tiempo. Tómate al menos unas semanas antes de asumir que tienes toda la información que necesitas.

Deja tu ego en espera por un momento. Es posible que te unas a un grupo en el que han estado trabajando juntos durante años. Probablemente sientas cierta presión para causar sensación y demostrar que tienes mucho que ofrecer, pero eso puede parecer arrogante y agresivo. Tómalo con calma y demuestra tu valía apoyando al grupo antes de comenzar a impulsar tus propias ideas.

Mantén la mente abierta. Probablemente te encontrarás con perspectivas y procesos que no comprendes. No te apresures a descartarlos. Haz preguntas curiosas y ten en cuenta que eres solo una parte del equipo.

Considera tanto a los individuos como al grupo. Haz un esfuerzo por comprender a cada integrante del equipo. Analiza: su experiencia, habilidades, fortalezas, debilidades y perspectiva. Ya en el proceso, trata de hacerlo desde un lugar de positividad e inclusión. No utilices tus observaciones para trabajar en contra de alguien o socavar al grupo.

Conclusión

“Unirnos es un comienzo. Mantenernos juntos es un progreso. Trabajar juntos es un éxito”.  Esas palabras de Henry Ford son hoy más ciertas que nunca.

La mayoría de las personas no se toman el tiempo para observar y comprender el grupo con el que trabajan. Si eres uno de los pocos que está dispuesto a hacerlo y sabes que ello implicará un esfuerzo, verás los beneficios en tu propia carrera. 

Descubre cómo trabaja tu equipo y qué necesita cada uno de sus integrantes. Solo entonces, sabrás dónde puedes brillar realmente.

por Milthon Gómez & Alicia Hall

Milthon Gómez y Alicia Hall son los cofundadores de Kressca. Juntos, suman más de 40 años de experiencia en el mundo empresarial y la consultoría en Estados Unidos y América Latina. Como parte de su proceso de aprendizaje permanente y la búsqueda de legado, ayudan a otros a tomar el control de sus carreras y de sus vidas. Les encantan los acertijos, la estrategia, la lectura, las películas de kung-fu y explorar el mundo.

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