Cómo el razonamiento motivado bloquea el pensamiento crítico

Serie: Desbloquea tu pensamiento crítico

Esta es la primera publicación de una nueva serie sobre los patrones de pensamiento que impiden que las personas piensen de manera objetiva y racional. 

Desde analizar información hasta tomar decisiones, ser capaz de pensar críticamente es esencial para avanzar en tu carrera. Sin embargo, nuestro cerebro a menudo intenta protegernos de la información externa utilizando muchos procesos mentales diferentes. 

Con el claro objetivo de que puedas adoptar el pensamiento crítico en tu trabajo, esta serie explorará esos obstáculos y ofrecerá consejos prácticos para solucionarlos.

—“Eso es diferente.”
—“¿En qué se diferencia?”
—“Simplemente es diferente. Punto.”

Siempre es agradable tener una conversación como ésta, ¿no? Se puede ver muy bien que la otra persona va inventando argumentos sobre la marcha y dice cualquier cosa, tan solo para no tener que estar de acuerdo con algo que no le gusta. Probablemente ni siquiera esté intentando manipularte. De hecho, su propio cerebro lo está manipulando, negándose obstinadamente a admitir algo que, sea por una razón u otra, parece amenazador. 

No existe persona que no haya sido testaruda al menos una vez en su vida. Esto se debe a que la causa subyacente de esta negación es algo llamado razonamiento motivado, y es una función normal y natural del cerebro humano.

El problema es que el razonamiento motivado interfiere con otras cosas, especialmente en entornos profesionales. Los empleadores y los clientes buscan trabajadores con fuertes habilidades de pensamiento crítico, que puedan considerar la nueva información de manera objetiva y, a partir de ella, resolver problemas de manera racional, en lugar de permitir que sus propios prejuicios nublen su juicio. Como hemos mencionado en otras ocasiones, estas habilidades son escasas.

El razonamiento motivado constituye un gran entretenimiento en la pantalla, pero una terrible estrategia en el mundo real. Piensa por un momento en los dramas policiales en los que el malhumorado detective que “solo lo sabe” en sus entrañas, descubre quién es el asesino y busca pruebas que lo demuestren. ¡Intrigante! Y también un error de procedimiento judicial.

Así que echemos un vistazo más de cerca a este importante obstáculo a la objetividad y examinemos formas en las que puedes solucionarlo para mejorar tus habilidades de pensamiento crítico.

¿Qué es el razonamiento motivado?

El razonamiento motivado es lo que sucede cuando tus deseos, emociones o creencias afectan inconscientemente tu forma de pensar sobre las cosas por lo cual se afecta la manera en que tomas decisiones. 

Como tal, es un mecanismo de defensa. Una forma de que nuestra mente se proteja contra lo incómodo que es enfrentarse a información que entra en conflicto con nuestra comprensión personal de la realidad (también conocida como disonancia cognitiva). El razonamiento motivado nos protege de tener que repensar nuestras suposiciones, admitir errores o enfrentar verdades difíciles.

En su libro La mente de los justos, el psicólogo Jonathan Haidt explica el fenómeno con una vívida metáfora: el elefante y el jinete.

“El jinete actúa como portavoz del elefante, aunque no necesariamente sepa lo que está pensando en realidad. El jinete es hábil para inventar explicaciones a posteriori sobre lo que acaba de hacer el elefante, y es bueno para encontrar razones que justifiquen lo que el elefante quiera hacer a continuación”.

Unas cuantas malas noticias: el Elefante aquí no es nuestro cerebro racional, por el contrario, es nuestro cerebro emocional el que utiliza el razonamiento motivado. En otras palabras, nuestro cerebro emocional convence a nuestro cerebro racional de que estamos siendo objetivos, incluso cuando no lo somos.

Todos necesitamos creer que somos racionales, y eso es lo que hace que el razonamiento motivado sea tan complicado y por ende, un obstáculo para la objetividad. Nos hace buenos para engañarnos a nosotros mismos. (Por eso también es mucho más fácil ver cuándo otras personas están siendo irracionales.)

¿Ves por qué esto es un problema en el ámbito profesional? Si no sabes si está utilizando un razonamiento motivado o un verdadero pensamiento crítico, probablemente tomarás algunas malas decisiones en tu trabajo. Es por eso que los empleadores y los clientes consideran tan valioso el pensamiento crítico.

Diez ejemplos de razonamiento motivado en el trabajo

Incluso si la explicación anterior te parece un poco abstracta, seguramente reconocerás un razonamiento motivado en estos escenarios:

Carlos atribuye el éxito de un proyecto reciente a su nivel de habilidades, ignorando la ayuda que recibió de sus colegas.

David se convence a sí mismo de que el cliente aceptará la propuesta, aunque ya haya expresado importantes preocupaciones.

Paula busca artículos y estudios de casos que demuestren que su estilo de gestión funciona bien, pero ignora aquellos que sugieren que hay otros enfoques que son mejores.

Clara justifica no aprender y dominar el nuevo software alegando que está demasiado ocupada, aunque en una total ironía, dedica más tiempo a tareas que claramente el software podría automatizar.

En una sesión de lluvia de ideas Felipe resta importancia a los aportes de su compañero de trabajo, asumiendo que no tiene la experiencia necesaria debido a un error del pasado.

A pesar de que no hizo una prueba de antemano Sofía culpa de los problemas técnicos durante su presentación al mal servicio de Internet.

A pesar de las claras señales de que el gasto está superando las proyecciones, Pedro confía en que el presupuesto se equilibrará al final del trimestre.

Miguel creyendo que la metodología debe haber sido defectuosa, descarta datos que contradicen su opinión sobre el proyecto.

En lugar de considerar que podrían tener un punto válido, Roberto desestima las críticas de su gerente, sugiriendo que tienen un prejuicio personal contra él. 

Sin considerar que podría haber habido una buena razón para el retraso, Mónica supone que el incumplimiento de un plazo por parte de su colega se debe a falta de esfuerzo en el trabajo.

Como puedes ver, es increíblemente fácil caer en el hábito de utilizar el razonamiento motivado.

10 preguntas que debes hacerte

Si vamos a aprender a pensar críticamente, debemos tomar conciencia de nuestro cerebro emocional. Solo de esta manera será posible percibir lo que está haciendo. Esto no significa que debamos controlar severamente nuestras emociones; de hecho, eso no funciona y simplemente terminará por convertirse en su propia forma de negación.

De lo que estamos hablando es que se necesita un poco de coraje para admitir ante uno mismo que se está siendo más emocional que racional. Si estás preparado para ese desafío, aquí tienes diez formas de comprobar y ajustar tu forma de pensar:

1. “¿Estoy buscando razones para descartar esta información?”

Si te das cuenta de que rechazas inmediatamente una idea o un comentario sin dedicarle un momento a pensarlo, es posible que estés utilizando un razonamiento motivado. Tómate un segundo para observarte y reflexiona si estás a la defensiva en lugar de tener la mente abierta.

2. “¿Me siento incómodo con esta información porque desafía mis creencias?”

Reconocer cuando te sientes incómodo es clave. Esta pregunta te ayuda a tomar conciencia de aquel momento en que te resistes a recibir información, sólo porque contradice lo que quieres creer, no porque sea defectuosa o esté herrada.

3. “¿Me estoy centrando sólo en los hechos que respaldan mi opinión e ignorando lo demás?”

Si seleccionas datos que confirman tu punto de vista, es posible que estés cayendo en un sesgo de confirmación. Da un paso atrás y mira el panorama completo, incluso si te resulta incómodo.

4. “¿Pensaría que esta información sería válida si respaldara mi opinión?”

Intenta invertir la situación. Si estás en una situación en la que agradeces la información si te conviene, pero la rechazas cuando no es así, probablemente estés utilizando un razonamiento motivado.

5. “¿Estoy culpando a factores externos en lugar de considerar mi propio papel en lo que está sucediendo?”

Es común que las personas quieran culpar a los demás, en lugar de reconocer que han contribuido a un problema. Trata de ser honesto contigo mismo y responsabilízate de tus actos, acciones u omisiones.

6. “¿Estoy asumiendo que la otra persona no entiende o realmente estoy considerando su punto de vista?”

El razonamiento motivado a menudo nos lleva a descartar de plano puntos de vista opuestos. Asegúrate de darles a los demás una oportunidad justa de explicar su perspectiva.

7. “¿Estoy siendo más crítico con los puntos de vista opuestos que con los que coinciden con los míos?”

Si buscas fallas en información con la que no estás de acuerdo, pero aceptas rápidamente datos que respaldan tu punto de vista, probablemente estés utilizando un razonamiento motivado. Oblígate a aplicar el mismo nivel de pensamiento crítico a ambos lados de un argumento.

8. “¿Estoy contando con la esperanza o un presentimiento para justificar mi posición, en lugar de recurrir a evidencia objetiva?

Si es así, probablemente estés usando ilusiones o razonamiento emocional, los cuales son tipos de razonamiento motivado. Concéntrate en los hechos preguntándote las seis preguntas: quién, qué, dónde, cuándo, por qué y cómo.

9. “¿He considerado la posibilidad de estar equivocado?”

Todo el mundo comete errores, pero el razonamiento motivado a menudo impide que las personas siquiera se pregunten si podrían estar equivocadas. Intenta preguntarte: “Si estuviera equivocado en esto, ¿cómo lo sabría?”.

10. “¿Me quedo con esta idea sólo porque ya he invertido tiempo o esfuerzo en ella?

Las personas a menudo dudan en empezar de nuevo cambiando su posición o enfoque. Pero no tiene sentido seguir destinando recursos a una mala idea. Intenta reconocer cuándo es el momento de reevaluar y girar, en lugar de redoblar tus esfuerzos.

Reconocer el razonamiento motivado no es una debilidad, es una fortaleza. Sabemos que estas preguntas probablemente te harán sentir incómodo, especialmente al principio. No obstante, adoptar el pensamiento crítico en lugar del razonamiento motivado es uno de los cambios más gratificantes que puedes realizar; adicionalmente te abrirá puertas que ni siquiera sabías que existían. 

El proceso no siempre será fácil, pero con cada pregunta difícil que enfrentes, estarás más cerca de alcanzar tu potencial profesional. Cuanto más explores y desafíes tus propias emociones y procesos de pensamiento, más fuertes se volverán tus habilidades de pensamiento crítico. 

¡Date tiempo y sigue practicando!

Siguiente en esta serie

El segundo obstáculo al pensamiento crítico que vamos a debatir es el sesgo cognitivo. Y vaya que, ¡es una maravilla! El cerebro humano ama tener razón y tiene decenas de trucos que, en realidad, acaban induciéndonos a cometer graves errores de juicio. 

Para pensar de forma racional y objetiva, echaremos un vistazo a algunas de las fascinantes investigaciones sobre los sesgos cognitivos e investigaremos cómo solucionarlos. 

¡Adelante y hacia arriba!

por Milthon Gómez & Alicia Hall

Milthon Gómez y Alicia Hall son los cofundadores de Kressca. Juntos, suman más de 40 años de experiencia en el mundo empresarial y la consultoría en Estados Unidos y América Latina. Como parte de su proceso de aprendizaje permanente y la búsqueda de legado, ayudan a otros a tomar el control de sus carreras y de sus vidas. Les encantan los acertijos, la estrategia, la lectura, las películas de kung-fu y explorar el mundo.

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