¿Cómo pedir feedback?

¿No es agotador sentir que tienes que hacerlo todo tú mismo?

Tal vez seas la única persona en tu círculo íntimo que realmente se esfuerza por aprender y crecer. Tal vez seas la persona más inteligente que conoces, por lo que eres quien ayuda constantemente a todos los que te rodean. Tal vez tengas estándares más altos que tus compañeros de trabajo (¡o incluso tu jefe!), por lo que no estás recibiendo asesoramiento. 

Quizás seas la única persona que comprende tu visión profesional. Eso puede resultar agotador y muy solitario, incluso si estás rodeado de buenas personas que se preocupan por ti.

A veces puede parecer que tienes que resolverlo todo tú mismo. Pero al mismo tiempo, ¡quieres una señal de que estás en el camino correcto! Y más que eso, te encantaría tener un poco de orientación confiable sobre cómo seguir mejorando.

Si así es como te sientes, lo entendemos completamente. Hemos estado allí… y tenemos algunos consejos.

Lo que estás buscando es retroalimentación: una perspectiva externa de una fuente en la que confías que pueda ayudarte a decidir qué pasos dar a continuación en tu trayectoria profesional.

No todos los comentarios son útiles. Si es un tanto vago o carece de precisión, si es  demasiado positivo, o demasiado crítico, tal vez poco realista, desactualizado o mal informado, no te será de mucha ayuda. 

La forma en que solicitas comentarios también puede marcar una gran diferencia en la calidad de la respuesta. Como dice el refrán: “Haz una pregunta estúpida y obtendrás una respuesta estúpida”. 

Entonces, echemos un vistazo más de cerca a cómo obtener comentarios importantes.

A quién preguntar

Cuando buscas asesoramiento profesional, la persona  más fácil a quien preguntar puede no ser la mejor persona a quien preguntar. Vale la pena el esfuerzo de asegurarte de acercarte al tipo de persona adecuado. Solo entonces sus comentarios realmente te ayudarán.

Piensa un poco en quién podría darte el mejor consejo. Este tipo de persona debería ser:

Experimentada: lo ideal es que quien te dé consejo, tenga conocimiento de primera mano de lo que estás preguntando. Eso significa alguien en tu función o industria con un historial que incluya al menos algunos casos de éxito.

Observante: obtendrás comentarios de la más alta calidad de alguien que conoce el contexto, presta atención a las personas y (con suerte) te conoce al menos un poco. Si no te conocen, considera brindarles los detalles clave de tu situación en una explicación clara de un minuto.

Práctica: debe tener un buen sentido de cómo funcionan las cosas y ser el tipo de persona que te dirá honestamente con toda tranquilidad, cuando hay algo que no sabe.

Clara en la comunicación: de nada sirve hablar con alguien que tiene conocimientos si no tiene habilidades pedagógicas o didácticas con las cuales puede transmitirte su sabiduría de una manera que puedas entender.

Neutral: si le preguntas a alguien que es demasiado idealista u optimista, es probable que evite darte el “amor duro” que necesitas. Por otro lado, si le preguntas a alguien quién es realmente negativo o tóxico, es posible que te bombardeen con tantas críticas que te resulte difícil obtener o lograr algo valioso.

Esto significa que podrías estar buscando a alguien como: tu jefe u otra persona con buena experiencia en tu empresa, un colega con el que hayas colaborado, un cliente con el que hayas desarrollado una buena relación, miembros de un foro en línea con experiencia verificada o personas de grupos de la industria.

Tu mejor amiga y tu familia probablemente no podrán brindarte la información que buscas a menos que estén en tu misma industria y realmente comprendan tus objetivos. De lo contrario, podrían socavar tu confianza justo cuando más la necesitas. No estamos diciendo que evites hablar con ellos. Tan solo creemos que es una buena idea solicitar comentarios sobre tu carrera solo de personas que te guiarán en la dirección correcta.

Qué preguntar

Obtendrás el mejor consejo si haces preguntas neutrales y abiertas. El uso de una redacción neutral deja espacio para que el asesor sea sincero contigo. Y las preguntas abiertas (en lugar de buscar un simple sí o no) a menudo conducirán a grandes conocimientos sobre los que ni siquiera sabías preguntar.

Aquí hay tres preguntas excelentes que puedes adaptar a casi cualquier situación:

¿Cómo podría hacerlo mejor?

Puedes dejar esto vago o hacerlo más específico. Por ejemplo: “En cuanto a X o Y situación ¿Cómo podría hacerlo mejor?”. Esta es una corajuda pregunta. Significa que debes estar abierto a escuchar todo lo que te diga tu asesor. Si inmediatamente te pones a la defensiva o discutes, todo este esfuerzo será un desperdicio. Recuerda que tu objetivo es aprender para mejorar. Adicionalmente, ten presente todo el tiempo que esta persona te está haciendo un favor al darte pistas sobre algo que podría haberte llevado meses o incluso años descubrir por tu cuenta.

¿Qué me falta?

Todos tenemos puntos ciegos. La mayoría de las personas nunca se dan cuenta de los suyos (y, sinceramente, no quieren saberlo). Tener un experto confiable que te muestre las deficiencias en tu comprensión es un regalo increíble que puede impulsar tu desempeño y brindarte un atajo para alcanzar tu potencial. Por ejemplo, si eres un auditor que se destaca en las mejores prácticas y el uso de tecnología, podría ser necesario que un extraño te señale que obtendrás más información de las personas si las ablandas en lugar de interrogarlas. 

¿Qué he estado haciendo bien?

Dejamos esto al final por una razón. Todo esto sólo es útil si realmente no lo sabes. Esto no es para inflar tu ego ni buscar cumplidos. El objetivo es obtener la confirmación de los puntos brillantes de tu trabajo en los que puedas sentirte seguro y aprovecharlos. Por ejemplo, si estás en ventas y solo un tercio de tus clientes potenciales firman contratos, podría ser muy útil que un vendedor con más experiencia te diga lo que estás haciendo bien para que sepas que debes seguir haciéndolo.

Mantente preparado con algunas preguntas de seguimiento para profundizar en los comentarios. Aquí hay algunas buenas ideas para todo uso:

  • ¿Podrías darme un ejemplo de lo que quieres decir?
  • ¿Qué crees que se interpone en mi camino?
  • ¿Por dónde crees que debería empezar mientras trabajo en eso?
  • ¿Hay algún libro o recurso que te haya ayudado mucho?
  • ¿Cómo será hacerlo realmente bien?

Prepárate

Se necesita valor para pedirle a alguien su opinión especialmente ¡si ya son buenos en lo que quieres mejorar! El hecho de que incluso estés pensando en ello, demuestra que cuando se trata de tú carrera, tienes una mentalidad de crecimiento. ¡Eso es excelente!

Un poco de preparación antes de solicitar comentarios será de gran ayuda. Tómate unos minutos y:

  • Descubre exactamente sobre qué te gustaría recibir comentarios.
  • Piensa en quién eres tú y cómo te relacionas con cuestiones profesionales más importantes.
  • Recuerda que el objetivo es aprender y crecer. Probablemente escucharás algunas cosas que te harán sentir un poco incómodo, pero son precisamente esos comentarios los que te ayudarán.
  • Elige un momento en el que te sientas bien y tengas la energía para utilizar los comentarios que recibas.
  • Elige un ambiente tranquilo para preguntar, aquel en que la persona que te da el consejo no esté estresada ni tenga prisa.
  • Despeja tu mente antes de charlar, así será más fácil absorber completamente lo que te están diciendo.
  • Para ayudarte a recordar los detalles, toma notas durante la charla o inmediatamente después de que finalice.

Uno de los problemas más comunes que vemos en las conversaciones difíciles es que cuando el oyente escucha algo que no le gusta, se ofende e inmediatamente e ignora lo que su interlocutor le dice, tan solo para poder concentrarse en encontrar su refutación. Como puedes imaginar, el problema es que hacer eso hará que te pierdas de lo que dice tu asesor ¡con todo y sus posibles aportes! 

Si notas que estás experimentando una fuerte reacción y te estás desconectando, concédete un momento de gracia. Intenta reconocerte a ti mismo que, aunque no te sientas bien en este momento, esto te ayudará a largo plazo. Luego, vuelve a centrar tu atención en la conversación.

Conclusión

Obtener comentarios específicos y prácticos de una fuente en la que confías puede ser una manera increíble de impulsar tu aprendizaje, ganar confianza en los pasos que estás dando y saber hacia dónde dirigirte a continuación. Se necesitan agallas para lograrlo, razón por la cual la mayoría de la gente lo evita como si fuera una peste. 

Si puedes hacer preguntas valientes y escuchar con la mente abierta, descubrirás que no tienes que resolverlo todo por ti mismo.

por Milthon Gómez & Alicia Hall

Milthon Gómez y Alicia Hall son los cofundadores de Kressca. Juntos, suman más de 40 años de experiencia en el mundo empresarial y la consultoría en Estados Unidos y América Latina. Como parte de su proceso de aprendizaje permanente y la búsqueda de legado, ayudan a otros a tomar el control de sus carreras y de sus vidas. Les encantan los acertijos, la estrategia, la lectura, las películas de kung-fu y explorar el mundo.

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