Mentalidad de crecimiento: la clave maestra para potenciar tu carrera

Uno a uno, los niños entran a la oficina de la investigadora. Están ahí como parte de un estudio para resolver algunos acertijos. Al comienzo la tarea es fácil, pero rápidamente se vuelve desafiante. Mientras la investigadora reparte los rompecabezas más difíciles, observa cómo reacciona cada niño:

— “¡Me encantan los desafíos!” …dice uno de los niños.

— “Sabes, ¡esperaba que esto fuera informativo!” …dice otro.

En este punto llama la atención que muchos de los niños pierden el entusiasmo una vez que los acertijos se vuelven más difíciles. 

La investigadora pregunta si quieren llevarse algunos a casa para practicar. Un niño dice una mentira piadosa para salir del apuro: 

—“No es necesario, profesora. Ya los tengo”.

La pregunta salta a la vista: 

¿Cuáles son las variables en las diferentes reacciones de estos niños ante un desafío?

Incluso algunos de los mejores solucionadores de acertijos perdieron el interés cuando se aumentó el nivel de dificultad. Así que no se trata de si son buenos o no, en la tarea.

Lo que diferencia a algunos de estos niños de los demás es que aceptaron el desafío. Se entusiasmaron con la mera oportunidad de esforzarse y hacer algo difícil. No les importó que los acertijos no les resultaran fáciles. Simplemente lo vieron como una oportunidad de aprender algo nuevo.

La investigadora a cargo de este estudio fue la Dra. Carol Dweck, quien sería pionera en el concepto: mentalidad de crecimiento. Ella cuenta estas y muchas más historias similares en su innovador libro Mindset: la actitud del éxito. Como dice en el libro, “Las personas con mentalidad de crecimiento no solo buscan desafíos, prosperan en ello”.

¿Qué es la mentalidad de crecimiento?

La mentalidad de crecimiento es el conjunto de creencias por las cuales tus propios esfuerzos marcarán la diferencia en la expresión de tu talento, tu inteligencia y por ende, en tu éxito. En otras palabras, es la actitud, confiada y determinada de que puedes trabajar para mejorar en algo que hace parte de ti y como tal te define. Lo mejor de esto es que, por ejemplo: sin importar lo inteligente que fueras cuando naciste, puedes volverte más inteligente tan solo al abrazar la dinámica de aprender cosas nuevas.

La mentalidad de crecimiento se centra en las oportunidades. Siempre busca agregar nuevos conocimientos y habilidades. No tiene miedo al fracaso. De hecho, cuando las personas con una mentalidad de crecimiento fracasan, tienden a pensar en lo que aprendieron de la experiencia, en lugar de centrarse en el fracaso en sí.

Tener una mentalidad de crecimiento abre puertas, porque te hace pensar en términos de posibilidades y por ello te lleva a asumir que mejorarás en algo con el tiempo. El factor determinante aquí es que: ¡las personas que creen que pueden hacer algo a menudo encuentran la manera!

¿Qué pasa con las personas que no tienen una mentalidad de crecimiento?

Lo opuesto a la mentalidad de crecimiento se llama mentalidad fija. Alguien con la mentalidad fija tiende a creer que cualquier cosa con la que nació es lo que tiene, punto. Consideran que ser inteligente es algo que desde el principio, es o no es. Ven el talento como una habilidad innata, más que como el resultado de años de mejoramiento constante y enfocado de sus habilidades.

Una mentalidad fija lleva a las personas a tener miedo de cualquier fracaso, porque para ellos demostraría que en realidad no son inteligentes ni talentosos. Y ese miedo conduce, a su vez, a otras formas de pesimismo que acaban impidiéndoles aprender y mejorar.

Hay un dicho en Estados Unidos: “Si crees que no puedes hacer algo, ¡probablemente tengas razón!” Al final, tener una mentalidad fija se convierte en una profecía autocumplida. La versión latinoamericana de este dicho es: “Tanto si crees que puedes como crees que no, en ambos casos tienes la razón”.

Echemos un vistazo a cómo se desarrolla esto.

Un cuento sobre dos mentalidades

Ricardo y Natalia son ingenieros que trabajan para empresas rivales cuyas plantillas incluyen a varios angloparlantes. Ninguno de los dos se conoce, pero tienen mucho en común. Ambos son sudamericanos, inteligentes y bien hablados. Ambos llevan seis años estudiando inglés. Y ambos tienen el objetivo final de trabajar para una empresa estadounidense.

Por mucho que Ricardo diga querer mejorar su inglés, lo cierto es que se niega a usarlo en el lugar de trabajo, incluso con colegas que lo han invitado a practicar con ellos. Para él, la sola idea de parecer menos inteligente de lo que es, lo hace sentir realmente incómodo. Sin importar cuánto tiempo le lleve, planea mejorar por su cuenta. En este contexto, su plan es que solo hasta que hable realmente bien, entonces empezará a hablar inglés con sus compañeros de trabajo.

A Natalia tampoco le encanta la idea de parecer tonta. Después de todo, su inteligencia es parte de por qué sus compañeros de trabajo la aman. Al mismo tiempo, no está dispuesta a dejar pasar la oportunidad de practicar su inglés. De hecho, usarlo en su trabajo de ingeniería le ha ayudado a centrar sus esfuerzos en el vocabulario y los modos de hablar que son más relevantes para su función.

En la mente de Natalia, aunque diga algo incorrecto, ella lo ve como algo gracioso y lo hace una oportunidad de aprender. Conoce sus límites y sabe cómo evitar avergonzarse demasiado. Al elegir estratégicamente cuáles conversaciones utilizará para practicar su inglés, sabe que tiene muchas oportunidades de mejorar.

A Ricardo en cambio, le preocupa la amenaza del fracaso, mientras que Natalia se centra en las posibilidades. Si los visitamos nuevamente dentro de un año, ¿quién crees que hablará mejor inglés?

Qué significa una mentalidad de crecimiento para tu carrera

A medida que avanza la tecnología, cada vez más trabajos dependen de habilidades sociales tales como: mentalidad de crecimiento, pensamiento crítico, inteligencia emocional, comunicación y trabajo en equipo. No sólo eso, sino que los roles evolucionan rápidamente junto con las prácticas de la industria. En este sentido, la capacidad de aprender continuamente a lo largo de la vida es más importante ahora que en cualquier otro momento de la historia.

En esta época como en ninguna otra, tener mentalidad de crecimiento afecta todos los aspectos de tu carrera, incluso de tu vida. Significa que es más probable que aproveches las oportunidades educativas. Es más probable que elijas una carrera desafiante y luego adquieras nuevas habilidades en cada trabajo en el que desempeñes. Es más probable que tus jefes se apoyen en ti porque saben que aceptarás nuevos desafíos. En lugar de apegarte obstinadamente a métodos y procesos obsoletos, buscarás innovar y mejorar. 

Todas estas cualidades son increíblemente atractivas para empleadores y clientes, especialmente en campos donde se valora la innovación.

Muchos estudios han demostrado que esto es cierto. La investigación muestra que tener una mentalidad de crecimiento hace a los trabajadores:

  • Más comprometidos con su trabajo
  • Más adaptables
  • Más proclives a nuevos desafíos 
  • Más exitosos
  • Más satisfechos en su carrera
  • Más avocados a aprender de los comentarios
  • Más capaces de persistir a través de las dificultades

A fin de cuentas, tener una mentalidad de crecimiento es la clave para liberar tu potencial. Significa que podrás crecer y aprender más rápido y mejor. Y eso te hará más competitivo en el mercado laboral, como trabajador independiente o como emprendedor.

“¿Qué pasa si tengo una mentalidad fija?”

Prácticamente podemos escuchar los piñones girando en tu mente. Quizás ahora mismo te sientas más Ricardo que Natalia. Las cifras apoyan esta afirmación, pues varias investigaciones muestran que entre el 55% y el 60% de las personas tienen una mentalidad fija, por lo que si sientes que haces parte de ese club, ciertamente no estás solo.

El concepto mismo de mentalidad de crecimiento promete que puedes cambiar y crecer. Esto es cierto incluso para las personas con una mentalidad fija. El problema, por supuesto, es que alguien cuya mentalidad es fija tiene menos probabilidades de intentar crecer. Entonces se convierte en un ciclo de estancamiento.

La autoconciencia es el primer paso hacia el cambio. ¡Felicidades por lograrlo! A medida que avances desde aquí, tu objetivo será elegir el crecimiento. Amplía tu zona de confort. Cada vez que puedas, asume un nuevo desafío. 

¡Puedes empezar poco a poco! Esto es algo que puedes practicar en tu vida diaria. Prueba una nueva técnica de cocina. Ten la conversación difícil que has estado evitando. La próxima vez que se te ocurra una pregunta, investiga la respuesta en lugar de simplemente dejarla pasar.

Cuando un experimento te salga mal (y a veces saldrá mal), trata de no desperdiciar demasiada energía sintiéndote mal. Si tienes pensamientos como: “Bueno, esto demuestra que simplemente no soy inteligente”, ¡Recházalos! En lugar de ello, centra tu atención en lo que salió mal y en cómo hacerlo mejor la próxima vez.

Con el tiempo, crecerá tu capacidad para aceptar lo nuevo y lo desafiante. De hecho, comenzarás a ver resultados exponenciales. Sé paciente. Sé amable contigo mismo. Y sigue centrándote en las oportunidades.

Conclusión

Si deseas alcanzar tu potencial, tu primer paso debe ser centrar tus esfuerzos y tu energía mental en el crecimiento. Aprovecha las oportunidades para aprender, practicar y ampliar tu conjunto de habilidades. Disfruta el desafío. Prueba de lo que eres capaz. Y como decimos en Estados Unidos: “¡Si al principio no lo logras, inténtalo, inténtalo de nuevo!” o como decimos en América Latina: “¡La perseverancia vence lo que la dicha no alcanza!”.

Hablaremos mucho más sobre la mentalidad de crecimiento en futuras publicaciones del blog, ¡y en nuestro próximo libro! Así que mantente atento de nuestras publicaciones a medida que profundizamos en este tema.

Fuentes

Dweck, C. S. (2006). Mindset: la actitud del éxito. Ballantine Books.

Murphy, M. C., & Dweck, C. S. (2016). “Mindsets shape consumer behavior.” Journal of Consumer Psychology, 26(1), 127-136.

Keating, L. A., & Heslin, P. A. (2015). “The potential role of mindsets in unleashing employee engagement.” Human Resource Management Review, 25(4), 329-341.

Blackwell, L. S., Trzesniewski, K. H., & Dweck, C. S. (2007). “Implicit theories of intelligence predict achievement across an adolescent transition: A longitudinal study and an intervention.” Child Development, 78(1), 246-263.

Dweck, C. S. (2014). “Mindsets and human nature: Promoting change in the middle east, the schoolyard, the racial divide, and willpower.” American Psychologist, 69(6), 614-622.

Yeager, D. S., & Dweck, C. S. (2012). “Mindsets That Promote Resilience: When Students Believe That Personal Characteristics Can Be Developed.” Educational Psychologist, 47(4), 302-314.

por Milthon Gómez & Alicia Hall

Milthon Gómez y Alicia Hall son los cofundadores de Kressca. Juntos, suman más de 40 años de experiencia en el mundo empresarial y la consultoría en Estados Unidos y América Latina. Como parte de su proceso de aprendizaje permanente y la búsqueda de legado, ayudan a otros a tomar el control de sus carreras y de sus vidas. Les encantan los acertijos, la estrategia, la lectura, las películas de kung-fu y explorar el mundo.

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